Teresa Dominguez

If what you want for your celebration is an endearing place, exquisite taste and hostesses who give it their all, that place is La Curia. A wonderful place.

Isabel Soto López & José Miguel Rivas Rábago

Boccato di cardinale, vivir como un cura, la curia vaticana son expresiones que todos asociamos con la buena vida. Desde ese punto de vista no hay mejor nombre para este reducto de paz que encontramos cerca de Pontevedra.

Las instalaciones que ha diseñado su alma mater, Susana, y su forma de ser, te permiten aislarte del mundanal ruido y gozar de una estancia que siempre se te hará corta.

Este agosto gozamos de unas jornadas en este paraíso en la compañía de buenos amigos, de la buena mesa propia del lugar, de largas sobremesas, antemesas y postmesas , hicimos deporte, las jóvenes cohortes monopolizaron la piscina, por las noches nos reencontramos con las constelaciones y hasta disfrutamos de un magnífico clima en tierras gallegas.

Vamos que nos sentimos como miembros de la curia… pese a ser agnósticos. Pecaremos y volveremos, Susana mediante.

Raquel Varela Graña

Recomiendo totalmente la casa “la curia”. Desde un principio Susana, la propietaria, estuvo pendiente y a nuestra disposición antes, durante y una ves nos fuimos por cualquier duda, sugerencia o necesidad que necesitábamos.

A pesar de solo poder estar un fin de semana en la curia lo aprovechamos al máximo. La casa tiene infinitas posibilidades; cancha de pádel, ping-pong, la piscina, proyector…

La limpieza y la arquitectura de la casa son espectaculares, esta cuidado todo al máximo detalle.

Sin duda estamos deseando repetir la experiencia y más días para aprovecharlo al máximo.

Marcial Estévez Cidoncha

La Curia es un lugar ideal para cualquier tipo de celebración. Nosotros convidamos a familia y amigos, y pasamos un día inovidable. La casa y su entorno estan llenos de posibilidades. El jardin es perfecto en tamaño y servicios para disfrutar al aire libre. Hay espacio para colocar hichables, disfrutar de la piscina, una cervecita en la barra aprovechando el grifo… no falta detalle. El magnolio que preside el jardín tiene una lámpara preciosa que por la noche hace del jardín un espacio muy acogedor.

Llegamos a estar unas 75 personas, incluyendo niños, sin ningún tipo de agobio. Llevamos animadores para los peques y música en directo, se creó un ambiente maravilloso. El catering que contratamos no necesitó llevar nada más que la comida ya que la propia casa cuenta con todo tipo de menaje y mobiliario de jardín, así como una cocina en la que se puede preparar casi cualquier cosa.

La Curia por dentro nos encantó y sorprendió, la decoración es preciosa y orginal, un equilibrio perfecto entre el estilo de una casa tradicional de piedra y una decoración moderna. Esta llena de sorpresas y detalles en cada rincón.

Hay una zona “garaje-disco-bar” que nos permitió alargar la fiesta hasta la madrugada. También nos quedamos a dormir y así nos despreocupamos de tener que coger el coche.

Como colofón, la total disponibilidad y exquisito trato de Susana, la propietaria, hizo que todo fuera extremadamente sencillo y tengamos un recuerdo inolvidable de ese día.